Los dispositivos termoeléctricos convierten calor en energía
eléctrica y viceversa, es decir, corriente eléctrica en refrigeración.
En la industria y locomoción de hoy en día, se producen muchas pérdidas
de energía en forma de calor residual (motores, hornos, centrales
térmicas y nucleares, etcétera). Los generadores termoeléctricos pueden
aprovechar dicho calor y transformarlo en energía eléctrica aumentando
así la eficiencia del proceso, lo que evitaría mayor consumo de
combustibles contaminantes.
Por otro lado, estos dispositivos
pueden utilizarse como refrigeradores termoeléctricos, que no
necesitarían de partes móviles, permitiendo su integración en casi
cualquier superficie. Asimismo, no requieren de ningún intercambiador de
calor gaseoso como en los refrigeradores domésticos convencionales,
perjudiciales para la capa de ozono. El uso de refrigeradores
termoeléctricos se va generalizando día a día, conforme se descubren
nuevos materiales y se investigan nuevos diseños, abarcando, por
ejemplo, desde refrigeración en trasplantes de órganos hasta microchips y
elementos fotónicos de uso en telecomunicaciones y cirugía.
Esquema de un refrigerador termoeléctrico donde se genera un flujo de calor mediante una corriente eléctrica. / UNIOVI |
Un grupo de investigadores de la Universidad de Oviedo han diseñado una línea de
fabricación híbrida de procesos de deposición electroquímica y de
microestructuración fotolitográfica, que permite fabricar dispositivos
altamente funcionales de forma muy controlada. En particular, se han
conseguido fabricar dispositivos de tamaño micrométrico para su
implementación en microchips de telecomunicaciones, donde la temperatura
debe controlarse de forma muy precisa mediante un dispositivo estable
en el tiempo.
Las principales novedades del estudio, publicado recientemente y en portada de la revista Nature Electronics, residen
en la alta calidad de los dispositivos fabricados, debido a que se ha
logrado reducir notablemente las resistencias eléctricas de los
contactos (lo cual limita la eficiencia de la mayoría de los
dispositivos actuales de este tipo), se ha conseguido una alta densidad
de empaquetamiento (en torno a 5000 elementos por centímetro cuadrado), y
se ha demostrado su durabilidad de funcionamiento, tanto en modo
pulsado como continuo, durante más de 30 días y sin detectar ningún
deterioro.
FUENTE: UNIOVI
FUENTE: UNIOVI