La preocupación por el agotamiento de las energías tradicionales ha
disparado la carrera por la búsqueda de energías alternativas. En el
caso de las células solares, que convierten la luz del sol en energía
eléctrica, se producen avances a contrarreloj. La evolución de este
sector pasa, actualmente, por el campo de las perovskitas (materiales
con una estructura cristalina similar a la de la perovskita o titanato
de calcio, CaTiO3).
En concreto, el uso de perovskitas híbridas orgánico-inorgánico de yoduro de plomo metilamonio (MAPbI3) como
material para construir células solares permite procesos de fabricación
más simples y baratos a la par que ofrece una eficiencia similar a la
de las células de silicio, que son las más utilizadas hasta ahora.
Los investigadores han estabilizado células solares de perovskita con el catión guanidinio. / UCO |
El último hito de esta carrera energética viene de la mano de una
investigación conjunta entre la Universidad de Córdoba (UCO) y la
universidad suiza Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne, que ha
conseguido estabilizar células solares de este tipo durante 1000 horas
en un test de estrés (equivalente a 1333 días en condiciones normales).
Esto supone casi cuatro años de vida útil para unas células más baratas e
igual de eficientes que las anteriores basadas en silicio, según el
estudio que publican en la revista Nature Energy.
La estabilidad, que era el problema principal que presentaba la
perovskita, se ha mejorado mediante la introducción de un catión (ión
con carga positiva) de gran tamaño, el guanidinio. La inclusión de este
catión, obtenido a partir de la oxidación de la guanina (compuesto
orgánico nitrogenado que se encuentra en la orina), es la innovación
presentada por los investigadores Alexander D. Jodlowski, Gustavo de
Miguel Rojas y Luis Camacho de la UCO.
El sector de la energía es vital tanto desde el punto de vista económico
como el ambiental. El ahorro de energía que implica la producción de
perovskita frente a la de silicio y por tanto de costes, junto con
propiedades propias del material como la flexibilidad que permitiría
poder realizar placas adaptables y no totalmente rígidas o la opción de
ser totalmente reciclables; hace que este material se coloque en buena
posición para relevar a las actuales células de silicio. Sobre todo, una
vez solventado el problema de la estabilidad.
FUENTE: Universidad de Córdoba y SINC