Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid han
logrado desarrollar fotodetectores de tres átomos de grosor. El nuevo
prototipo, basado en disulfuro de molidbeno, se pueden doblar, estirar o
comprimir de forma similar a una lámina de goma. Los resultados han
sido publicados en la revista Materials Today.
Representación gráfica del dispositivo. / E. Sahagún (Scixel) |
El estudio
demuestra que las deformaciones en estos prototipos se pueden
emplear para modificar no solo la geometría del dispositivo, sino sus
propiedades y su funcionamiento. Así, al estirar o comprimir estos fotodetectores se podría hacer variar la anchura
espectral del detector o su capacidad de respuesta.
El mismo fotodetector podría operar en condiciones muy distintas,
imitando la capacidad de adaptación del ojo humano a distintas
condiciones lumínicas, al aplicarle deformaciones de tensión o
compresión. Esta tecnología podría tener
aplicaciones futuras en el campo de la fotografía, en la adaptación de
los modos diurnos y nocturnos en función de la cantidad de luz.
FUENTE: SINC