Los semiconductores orgánicos son capaces de ofrecer soluciones a los diferentes problemas con los que nos enfrentamos hoy en día, a través del uso inteligente de sus propiedades intrínsecas (son económicos, flexibles, transparentes y ligeros), lo que permite dar lugar a nuevos conceptos y diseños de dispositivos electrónicos. El mejor ejemplo lo encontramos en los diodos orgánicos emisores de luz (OLED). Fueron los primeros dispositivos basados en materiales orgánicos que se produjeron a gran escala y han revolucionado la industria de las pantallas al ofrecer un hardware que consume mucha menos energía y que ofrece una mayor calidad, además de utilizar menos espacio físico. Hoy en día los podemos encontrar en los teléfonos móviles y en los televisores ultraplanos y de alta resolución, lo que permite soluciones únicas tales como los televisores curvos y las pantallas transparentes.
Un grupo de dispositivos, incluyendo las células fotovoltaicas orgánicas (OPV), los transistores de efecto de campo (OFET) y láseres (OSL) son candidatos muy prometedores a seguir el mismo camino que los OLED y dominar parte del mercado en sus propios segmentos, aunque su todavía bajo rendimiento hace que se esté retrasando su comercialización a gran escala .
FUENTE: UC3M